El legado de Sor María de Jesús en Estella
El viernes 24 de julio un grupo de 25 devotos de Sor María de Jesús, procedentes de distintas partes de la diócesis, peregrinaron al convento concepcionista de Estella para profundizar en la faceta fundadora de Sor María. Esta actividad estaba enmarcada en las celebraciones programadas para conmemorar el 350º aniversario del “Dies natalis” de la Venerable de Ágreda.
La jornada comenzó con el traslado de una parte del grupo de devotos desde Soria al monasterio de Ágreda, donde todo el grupo rezó la oración de la mañana junto a las hermanas del convento. El delegado de peregrinaciones, Tomás Oliva, que presidió las laudes, invitó a los congregados a vivir la vida no como simples turistas sino como peregrinos.
A la llegada a Estella, visitaron los lugares más significativos de esta ciudad enclavada en el Camino de Santiago. Después de la comida tuvo lugar el encuentro con las hermanas concepcionistas estellesas, quienes recordaron a los visitantes el origen de la fundación del convento. Este fue debido a Sor Paula de María de Jesús, que profesó en Ágreda en 1671, atraída por la fama de santidad de Sor María de Jesús. Además, dedicó sus bienes a la fundación de un monasterio dedicado a la Inmaculada Concepción en su pueblo natal, Estella. Este se inauguró el 25 de noviembre de 1731. El día concluyó con una eucaristía donde se pidió por la causa de beatificación de la Madre Ágreda. Los peregrinos volvieron contentos por haber conocido más de cerca el legado de Sor María gracias al contacto con sus discípulas.
Mientras tanto en Ágreda, se celebró la misa mensual por la causa de la Madre Ágreda en el monasterio fundado por ella misma. En esta ocasión coincidió con el día de Santiago Apóstol. La eucaristía fue presidida por el Sr. Arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, que recordó como Sor María describió, en su obra Mística Ciudad de Dios, la llegada de la Virgen del Pilar a la capital maña y la ayuda prestada al Apóstol .
Grupo de trabajo “Sor María de Jesús de Ágreda”
Mª Consolación Campos Martínez