Monasterio de la Purísima Concepción de Estella (Navarra)
Monasterio da Purísima Concepción de Estella
Fue fundado por la Madre Paula María Aguirre y Gamarra. Hija única de Don Juan de Aguirre y de Doña Ana Baroiz.
Madre Paula sintió la llamada de Nuestro Señor, desde muy joven, deseaba entregarse a Él totalmente con todos sus bienes y hacerse una monja pobre descalza. Su Madre se opuso tenazmente a la opción contemplativa de su hija, puesto que se habíe quedado viuda muy joven, tenía centrado todo su cariño en esta niña para la que sólo vivía. Quería que aceptara alguno de los grandes casamientos que se le proponía.
En 1670 a los 25 años s eretira al Convento de las Religiosas Benedictinas de Navarra en donde permanece ocho meses en calidad de señora retirada, observó una vida muy ejemplar, aunque sufrió mucho a causa de que su madre no aportaba lo suficiente para cubrir sus necesidades; se lamentaba y se lo reprochaba a su madre en las cartas.
Durante este tiempo logró disponer todo lo relacionado a una fundación. Una vez terminados los trámites s ele otrogó el permiso para ingresar en el Monasterio de Ágreda, donde el 1 de Septiembre vistió el hábito. En su Profesión Religiosa renuncia a todos sus bienes; dejando determinada la fundación del Monasterio para religiosas de clausura de la Orden d ela Inmaculada Concepción Recoletas en su pueblo natal, la Iglesia había de estar bajo la advocación de la conversión de San Pablo en cuyo día había nacido.
Aprobada la Fundación por el Reverendo Padre Provincial Fr. Miguel Miraño y por el Ministro Fr. José Jiménez de Samaniego, concedió su licencia y bendición el obispo de Pamplona Doin Pedro Noche. Se coloca la primera piedra del Monasterio en 1688.
En 1708 muere la Madre Paula María en Ágreda; siendo Abadesa del Monasterio de Ágreda para ese entonces.
En 1731 se finaliza a construcción del Monasterio. El 25 de Noviembre se da comienzo a la vida concepcionista gracias a la ayuda de cuatro hermanas del Monasterio de Ágreda.
La primera Abadesa fue María Teresa de Jesús Lezaun, una hija de Estella según el deseo de la Madre Paula.
La incipiente comunidad creció rápidamente, pues muchas jóvenes atraídas por las virtudes de aquellas primeras concepcionistas enamoradas de su vocación y misión en la Iglesia, quisieron seguir su ejemplo.
No por ello se vieron libres de grandes sufrimientos, como a todos los seguidores del Crucificado.
El día 20 de Julio de 1811 recibieron orden de salir rápidamente dle Monasterio, que fue milagro que no se perdieran todas las cosas de la Comunidad, gracias a los amigos y bienhechores que ayudaron a sacar lo que se pudo. Fueron recibidas en el Convento de Santa Clara.
La víspera de nuestra Purísima Madre de ese mismo año prendieron fuego al Monasterio e Iglesia, sin dar tiempo a sacar nada, solamente se pudo rescatar el altar de la virgen del Pilar, quedó todo en tan lastimosos estado que se perdió toda esperanza de volver a morar en él.
Como había diferentes pareceres, decidieron levantar celdas para las 15 hermanas que estaban y un pequeño oratorio en el coro, hasta poder levantar lo demás.
Permanecieron en el Convento de Santa Clara 3 años y 40 días, y durante ese tiempo fallecieron seis hermanas y otra regresó tan delicada que murió al mes de estar otra vez en el Monasterio.
El día 31 de Agosto de 1814 volvieron al amado Monasterio al amanecer, con gran acompañamiento de sacerdotes y fieles junto con las demás Comunidades religiosas.
Siempre el Monasterio ha experimentado la Providencia Divina y la ternura virginal de nuestra dulce Madre inmaculada, saliendo adelante a pesar de tantas amarguras.
Hoy tenemos la alegría de ver nacer una nueva Comunidad Concepcionista en la India, filial de la nuestra, donde las jóvenes de aquel país se entregan a Jesús por medio de María Inmaculada por la salvación del mundo.
