Perú: «arraigados y edificados en Cristo»
Desde la ciudad de Tarazona, ayer a las 11: 00 de la mañana, llegó a nuestro monasterio, un grupo de 80 hermanos del camino Neocatecumenal del Perú y su responsable, Jesús Peña, catequista itinerante de Tarazona, quien realiza su misión en ese país y es uno de los catequistas del equipo responsable de la nación junto con un matrimonio y un Presbítero. A esta peregrinación, se les unió 4 hermanos canadienses, del programa DED, quienes perdieron su grupo, y generosamente fueron “adoptados” por los hermanos del Perú. Aquí podemos constatar que cuando se trata de fraternidad, las razas, culturas y la diferencia de lenguas (pues estos jóvenes de Canadá no hablaban para nada el castellano) no son una barrera, nos une nuestra fe en Cristo Jesús.
Entraron a nuestra iglesia con gran silencio y recogimiento. Después recitaron la oración matutina de la Iglesia, las Laudes, las cuales fueron presididas por el P. José Luis González, sacerdote diocesano del Seminario Redentoris Mater de la República Dominicana, quien realiza su labor misionera en Iquitos, selva peruana. Era hermoso contemplar una asamblea viva, unida, cantando al unísono las alabanzas a Dios uno y trino. Es a lo que nos exhorta el Papa Benedicto XVI en la Exhortación Apostólica Verbum Domini: “de que se difunda más en el pueblo de Dios este tipo de oración, especialmente la recitación de Laudes y Vísperas. Esto hará aumentar en los fieles la familiaridad con la Palabra de Dios” Conociendo la Palabra de Dios podemos dar razón de nuestra esperanza en Jesucristo, podemos estar verdaderamente “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (Col 2,7)
En una breve monición al salmo 15, Jesús Peña, nos hacía ver que tenemos siempre dos caminos; el Señor, nos enseña el camino del la vida, frente a este mundo y el demonio que nos señala el camino de la muerte.
Después el p. José Luis, proclamó el evangelio, y nos invitaba a hacernos como niños para entrar al reino de los Cielos; y nos habló de su hermosa experiencia en el Perú.
Sor Vianney Mª y Sor Patricia Mª de la Trinidad, nos contaron su experiencia vocacional. El que las hermanas cuenten su experiencia de cómo el Señor las llamó a la vida religiosa y la pedagogía que Él ha tenido con ellas siempre impresiona y cuestiona a los jóvenes y no tan jóvenes; por esto es importante dar estos testimonios a los que se acercan a nuestros monasterios, les ayuda a encontrarse con Dios y a plantearse el sentido de su vida.
También las hermanas, nos hablaron de la Orden y de santa Beatriz de Silva, y, por supuesto, de Sor María de Jesús de Ágreda. Al contarles que estamos en el V centenario de la aprobación de nuestra Regla, y lo que significaba esto para las concepcionistas franciscanas, y que la Santa Sede había concedido indulgencia plenaria a los fieles que celebraran oración comunitaria en nuestra iglesia, irrumpieron en aplausos de gratitud y alegría. Finalmente, visitaron el museo de Sor María de Jesús de Ágreda.
Y, como reza el salmo 125: “al ir se va llorando, al volver se vuelve cantando”, salieron de nuestro Monasterio muy alegres cantando y danzando para el Señor, por las “maravillas que ha hecho con nosotros”, para continuar su misión por tierras sorianas. Cabe destacar aquí, que estos jóvenes, al igual que las demás peregrinaciones del camino Neocatecumenal, vienen a España no sólo por la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, sino que vienen con una misión concreta: Anunciar el evangelio de Jesucristo. Por las calles, plazas y casas de España, veremos a estos chicos y chicas del Camino llevando la Buena Noticia a un país bastante secularizado, pero que en otro tiempo, y aún hoy en día, llevó y sigue llevando el Evangelio de Dios a todas partes del Mundo.
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