El Adiós a nuestro P. Saturio Lapeña

D. Saturio Lapeña Cervera

D. Saturio Lapeña Cervera

El pasado sábado 14 de marzo pasaba a la Casa del Padre D. Saturio Lapeña Cervero,  a la edad de 80 años. El domingo 15 de marzo, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria, presidía la Santa Misa corpore in sepulto en la basílica de Nuestra Señora de los Milagros de Ágreda, donde ejerció como párroco durante 38 años.

Saturio Lapeña nació en Coscurita (Soria) el 30 de septiembre de 1934.  Tras cursar  estudios eclesiásticos en Sigüenza y en el Burgo de Osma y licenciarse en Teología en Roma, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1957.

A lo largo de su vida sacerdotal atendió las parroquias de El Salvador en Soria, Santa María de Huerta, Fuentes de Ágreda, Aldehuela de Ágreda, Vozmediano y Ágreda. Capellán y confesor de las Madres Concepcionistas de Ágreda. Fue nombrado Hijo Adoptivo de Ágreda en marzo de 2011.

El 19 de noviembre de 1972, D. Saturio Lapeña Cervero llegaba a Ágreda para hacerse cargo de la Parroquia de Ntra. Sra. De Los Milagros, servicio que realizó hasta el 19 de septiembre de 2010.

Muchos son los méritos que hay que reconocerle en estos años de dedicación y servicio a la Comunicad parroquial y al pueblo de Ágreda.

El 10 de octubre de 1976, solamente 4 años después de su llegada a Ágreda, se inauguraba El Complejo Parroquial de El Fuerte. Con ella hacía realidad un proyecto que había estado en la mente de las gentes de Ágreda desde hacía 40 ó 50 años, la necesidad de contar con unas dependencias que permitiesen desarrollarse a Ágreda de una manera viva y activa, en sus aspectos religiosos, históricos y culturales.

Uno de sus mayores logros ha sido el recuperar y poner en valor gran parte del patrimonio histórico artístico de Ágreda. Acometió restauraciones  de edificios y obras de arte en las Iglesias de San Miguel, Ntra. De Magaña, San Juan, la Ermita de los Mártires, Ntra. Sra. De La Peña, convertida en Museo de Arte Sacro, y Ntra. Sra. De Los Milagros. Sin duda alguna esta fue su obra más importante, la restauración integral del Santuario, que duró 4 años, de 1986 a 1990. La Basílica de Los Milagros se salvó de la ruina. En esta ingente tarea supo implicar a la Junta de Castilla y León, a los devotos, peregrinos y a todos los hijos de Ágreda.

Inmensamente respetuoso con la historia de Ágreda participó activamente en todos los acontecimientos que pudieran dar transcendía a Ágreda y que fueran una manera de honrar y dar valor a sus tradiciones, su fe, y su historia. Citaremos su dedicación plena a la preparación de los Actos del 50 Aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de Los Milagros, su participación activa en el Comité Organizador del IV Centenario del Nacimiento de Sor María de Jesús de Ágreda.

Destaca su especial dedicación por dar a conocer a Sor María de Jesús  y su trabajo en pro de la reapertura de su causa de Beatificación. Participó en ello como miembro del Grupo de Trabajo de Sor María de Jesús.

No por ser menos conocidos hay que obviar sus denuedos y esfuerzos en otras áreas. Consciente de que el compromiso social conlleva también involucrarse en los proyectos y trabajos colectivos, apoyo a las acciones locales, siendo uno de los promotores, en 1976, de la Sociedad  Deportiva Ágreda.

Después de su retiro, D. Saturio permaneció en Ágreda, en donde quería ser sepultado, siguió acompañando a sus queridos hijos y hermanos  agredanos. Ayudando en la Parroquia en lo que le era posible. Fue hasta el final confesor y padre espiritual de nuestra comunidad de concepcionistas franciscanas, preocupado siempre, hasta en sus hospitalizaciones, de que no nos faltaran los auxilios espirituales.

Cada uno de los habitantes de la Villa de Ágreda, en estos años, hemos acumulado sentimientos de gratitud y reconocimiento hacia D. Saturio. Hemos tenido la gran fortuna de contar con una persona de gran talla intelectual, interesado en leer, formarse y estar al día con el fin de servir más y mejor al pueblo de Dios. Gran liturgista, ha cuidado y nos ha enseñado a cuidar las celebraciones. Guió certeramente a la Comunidad Parroquial en la difícil tarea de adaptarse a los nuevos tiempos marcados por el Concilio Vaticano II. Introdujo grandes innovaciones en la vida religiosa de la parroquia, formación del Consejo Parroquial, grupos de catequistas….Hizo de la caridad un bastión de la vida de la Parroquia, el grupo parroquial de Caritas es muestra de ello; él fue  el primero en atender personalmente a todos los pobres que llegan a la puerta de la iglesia. Se embarcó y nos embarcó en proyectos espirituales pioneros. Abrió las puertas al mundo a muchos jóvenes, para que salieran de este terruño y descubrieran la universalidad de la iglesia, Silós, Taize, peregrinaciones… Somos testigos de que su labor pastoral ha dado como fruto vocaciones  sacerdotales, de vida consagrada, misioneros, o cristianos comprometidos. Han sido cuantiosas las aportaciones que ha hecho a nuestra vida cristiana. A todos los  fieles, cofradías y grupos parroquiales nos ha ayudado a crecer y madurar en la fe.

Su labor humana y social ha sido inmensa.  Acompañó a todos y cada uno de los vecinos en sus vivencias personales y familiares, llenas unas veces de alegría y otras de inmensa tristeza. Participando, comprometidamente, en los acontecimientos felices e importantes de nuestra Villa, pero también en las tragedias.

Tengamos una oración especial encomendando a nuestro hermano, D. Saturio, de seguro ha merecido escuchar de Jesucristo, nuestro Señor:

Empleado bueno y fiel, pasa el banquete de tu Señor

 

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